Thursday, November 16, 2006

El toro, el torero, la yegua: una mujer.


"es que te encantan los toros? son caballos y toros siempre, siempre, porqué? de donde viene tal afción? que sentido tiene esa tu poesía taurina y equina?" son preguntas frecuentes ante mi manera de escribir, yo sólo tengo que decir:

Por qué en el tema del presente blog se incluye a la mujer? No se incluye cierto, pero más cierto es que se inhibe, se percibe, se deduce. Viene en la poesía taurina, en la descripición equina implícita dicha criatura exepcional. Criatura en veces cierta, en otras muerta, buena y mala subjetiva, pero bella siempre, y bella en demasía. En medio del ruedo sale el torero vestido de metáfora femenina, y la yegua obediente, necia o respingante juega el papel de la mujer en la transimsión del sentimiento, en la escitura por placer, en el poema y su alegría, en el gozar y su poesía. Es también en ocaciones el toro la mujer, "formas de la atención llamar a la bestia pitonuda" formas para saber ligar a la mujer querida. Es la mujer el toro o el torero, el juez o el subalterno, el caballo o su jinete. Es el hombre también quien alterna sus papeles dentro de la prosa, dentro de la poesía, si es él toro lo es torero ella, si a él toca de juez actuar a ella corresponde a la juzgada personificar.
La relación hombre-mujer vive en el mundo taurino entre el toro y su animal, duerme en lo equino entre la yegua y su jinete. Así es la analogía debida para darle la correcta cabida a la mujer, cabida dentro del presente blog, cabida en lo taurino, cabida en lo equino, cabida en lo propiamente femenino.

1 comment:

Anonymous said...

OOOOle. Con esta prosa huele a tierra fresca, sabe la boca a yerba y se percibe un mugido en el viento.....oooole.