APOCO

a poco,



¿apoco?,


o bien: APPO & Co



¿qué portero, qué campaña y qué personaje?... ¿comentarios?

"El sol azteca en apuros" (diría Sheridan).

Tocaba el mariachi con trompeta
quel balquiazul sólo estaba
el tricolor resucitaba
y el amarillo... el amarillo...
-a chinga! ¿y el amarillo? -

considero que murió
-el uno interrumpió-
qué mentira, sí vivió
-santaclós rectificó-
y a mi frente se respeta!

-bueno, bueno- siguió el charro
con trompeta, con violín
-si bien sigue aún coleando,
que bonito le están dando
un hermosísimo cojín...

y no hablo de política mexicana, ni del PAN, ni del PRI, ni del... ni del
- el P R D!!- dijo santaclos. Y la pregunta del millón: A chingá! ¿y el PRD?
Me uno a la pena para algunos, alegría para otros (soy de esos), de la muerte perredista, esperando que subsista, de entre las cenizas y ahora sí, un partido de verdad, de izquierda ajena al populismo.

QUE VENGA HERODES.

Que venga Herodes y los niños sean los perredistas... estaría. Chuchos, alejandros, pejes, y demás koprocefalias citadinas estarían inhumados y lo mejor, callados, sin opinar, sin alborotar, sin desmadrar, sin joder, sin, sin, sin... nada; cero cacas vivas. Y que de las cenizas, como el ave, surga una Izquierda "de a de veras", comprometida y con cara al pueblo, no un poder en manos de fotocortos que les domina y les despierta su naturaleza animal (y lo más interesante que pueden llegar a hacer es cagar). Sean perredistas niños y Herodes salve a nuestra patria.

Es Cierto.

Es Cierto. Un Hombre pulcro y misterioso, uno, presente, indiscutible y esencial para la discución, para el lenguaje, para la vida. Hombre, sí, con H mayúscula; hombre vuelto a la vida. Cierto era, realidad necesaria, era Un hombre, no dos ni más. Cierto es cierto.
Necovero, personaje alterno, argumentaba: "No es Cierto; es más, no existe el tal Cierto; tú crees que sea Cierto y yo creo que no es Cierto, porque Cierto tú lo argumentas y yo lo derrumbo alegando apariencias. Cierto ha muerto. Lo cierto es que Cierto sólo te manipula, intenta dominarte, pero el Cierto que tú manifiestas Uno, se atiene a tu perspectiva, a tu mirada, a tu reconocimiento que bien puede ser distinto al mío, al Cierto que yo conozco."
Verónico, compañero de Necovero, contrargumentaba: "¿Has dicho que Cierto no es cierto? ¿que tu Cierto es distinto al mío? Pues cierto es que Cierto no son dos sino uno, Cierto existe, no puede haber varios, porque no me entenderías ni yo a tí estas palaras. ¿Tu Cierto, mi Cierto? No, El Cierto, y te invito a que le encontremos, -el tuyo guárdatelo (decía Machado)-. Cierto es cierto que amigo es, que uno es y que es. Es Cierto."