Es Cierto.

Es Cierto. Un Hombre pulcro y misterioso, uno, presente, indiscutible y esencial para la discución, para el lenguaje, para la vida. Hombre, sí, con H mayúscula; hombre vuelto a la vida. Cierto era, realidad necesaria, era Un hombre, no dos ni más. Cierto es cierto.
Necovero, personaje alterno, argumentaba: "No es Cierto; es más, no existe el tal Cierto; tú crees que sea Cierto y yo creo que no es Cierto, porque Cierto tú lo argumentas y yo lo derrumbo alegando apariencias. Cierto ha muerto. Lo cierto es que Cierto sólo te manipula, intenta dominarte, pero el Cierto que tú manifiestas Uno, se atiene a tu perspectiva, a tu mirada, a tu reconocimiento que bien puede ser distinto al mío, al Cierto que yo conozco."
Verónico, compañero de Necovero, contrargumentaba: "¿Has dicho que Cierto no es cierto? ¿que tu Cierto es distinto al mío? Pues cierto es que Cierto no son dos sino uno, Cierto existe, no puede haber varios, porque no me entenderías ni yo a tí estas palaras. ¿Tu Cierto, mi Cierto? No, El Cierto, y te invito a que le encontremos, -el tuyo guárdatelo (decía Machado)-. Cierto es cierto que amigo es, que uno es y que es. Es Cierto."